Lluvia y sistema convectivo entre prov. de Santiago de Chuco y Huamachuco.
Trujillo condiciones de Trasvase.
Niebla en toda la costa norte
Lluvia y sistema convectivo entre prov. de Santiago de Chuco y Huamachuco.
Trujillo condiciones de Trasvase.
Niebla en toda la costa norte
La temperatura global de la tierra y el océano desde abril de 2018 fue la tercera más alta en abril en el registro de datos de temperatura global NOAA, que data de 1880. La temperatura global anual (enero-abril) fue la quinta más cálida período en el registro de 139 años.
VIDEO EXPLICATIVO CHILENO:
Una excepcional tormenta subtropical parece haberse formado en la costa del centro de Chile, al sureste del océano Pacífico, una de las cuencas oceánicas menos propensas del mundo a sufrir ciclones tropicales.
El ciclón subtropical se formó a finales del fin de semana pasado, varios cientos de millas al oeste de la costa de América del Sur.
El difusómetro avanzado a bordo del satélite EUMETSAT detectó que, el martes, el sistema presentaba una baja presión superficial bien definida, con vientos de entre 40 y 45 mph (64 y 72 km/h) y actividad de tormentas eléctricas superficiales alrededor, pero no en el centro.
Estos factores definen al sistema como una tormenta subtropical, un sistema con características de un ciclón tropical tradicional y un sistema de baja presión no tropical más frío, que se puede ver en tierra o en agua en latitudes medias.
Este sistema se formó en temperaturas del agua de entre 64 y 68 grados Fahrenheit (17,7 y 20 grados Celsius), las cuales no suelen ser favorables o suficientes para el desarrollo de actividad de tormentas eléctricas, lo que contribuiría a la formación de un ciclón subtropical o tropical.
En este caso, al igual que con muchos ciclones subtropicales de esta naturaleza, hubo un poco de apoyo atmosférico. Este ciclón se encuentra en medio de una vaguada en altura, o bolsa de aire frío, de baja presión, lo cual contribuye a la inestabilidad necesaria para la formación de las tormentas eléctricas.
Este sistema está girando en sentido horario; típico de cualquier tormenta del hemisferio sur, mientras que los sistemas de alta y baja presión giran en dirección opuesta, como en el hemisferio norte.
Es interesante destacar que, si existiera una temporada de ciclones en esa parte del mundo, este sistema estaría casi fuera de ella. El desarrollo de un ciclón en el sur del Pacífico en mayo es como una tormenta tropical en noviembre en el Atlántico. Si hubiera un mes auge para la actividad de este tipo en América del Sur, sería en febrero o marzo, por lo que el sistema llega un poco tarde.
Es posible que sea un evento único. No se ha documentado otra tormenta subtropical o tropical en esa parte del mundo.
De forma extraoficial, existe un poco de controversia al respecto. En 2015, un ciclón subtropical similar se formó en la Isla de Pascua, que se encuentra a casi 2000 millas (3218 km) más al oeste que el ciclón de esta semana. Los investigadores lo llamaron Tormenta Subtropical Katie.
El sureste del Pacífico no es la única cuenca en la que algunos ciclones subtropicales, e incluso tropicales, pasan sin registrarse.
Existen dos razones por las cuales no vemos más tormentas subtropicales o tropicales en algunas cuencas oceánicas: falta de responsabilidad y falta de buenas condiciones.
Parte de la razón por la cual no se ha nombrado nunca ningún ciclón subtropical o tropical es que no hay quien se ocupe de hacerlo.
No existe ningún Centro Meteorológico Regional Especializado (RSMC, por sus siglas en inglés) específicamente a cargo del sureste del océano Pacífico.
En el lado opuesto de América del Sur, en el océano Atlántico, se han producido varios sistemas subtropicales en años recientes que no se han registrado oficialmente.
En los últimos años, el Centro de Hidrografía de la Marina Brasileña nombró dichos sistemas cuando alcanzaron velocidades de 40 mph (64 km/h) o más. La gran mayoría de estos sistemas no están registrados, y el registro que sí tenemos es muy corto.
También se produjeron sistemas subtropicales similares en el mar Mediterráneo, entre Europa y África. Con frecuencia, los meteorólogos de la región llaman a estos sistemas "medicanes", a pesar de que, por lo general, no cuentan con vientos huracanados.
Estos sistemas son monitoreados por varios países de la región, por lo que a veces un mismo sistema puede tener varios nombres y generar algo de confusión. Ningún RSMC hace un seguimiento de los así llamados "medicanes", pero las investigaciones al respecto han ido aumentando. Se sabe que causaron algunos daños y sacudieron un poco de polvo en esa parte del mundo.
La segunda razón por la cual se desarrollan pocos sistemas tropicales o subtropicales en el océano Pacífico es que las condiciones atmosféricas y oceánicas son mucho menos favorables para ello que en las cuencas del Atlántico o del norte del Pacífico.
Las temperaturas del agua son demasiado bajas para contribuir al desarrollo de este tipo de sistemas, incluso durante El Niño, que ayuda al agua a calentarse en esa región.
La cizalladura del viento también es habitualmente superior en toda América del Sur, lo cual evita que se desarrollen ciclones tropicales sólidos y altos.
Por último, no se producen las perturbaciones atmosféricas que desencadenan estos eventos en el Atlántico o en el Pacífico. Tomemos como ejemplo el Atlántico, donde entre 40 y 70 olas tropicales atraviesan el océano de África a México todos los años.
Cuando se forma un área de baja presión sobre el agua con temperaturas superficiales del mar de, al menos, 70 grados Fahrenheit (21 grados Celsius), se puede formar una depresión subtropical. Esto se debe a que el centro de la tormenta se calienta y obtiene algo de su energía del calor latente o de la energía liberada cuando el vapor de agua se evapora del agua cálida y se condensa hasta convertirse en líquido.
Una depresión o tormenta subtropical presenta características de los sistemas tropicales y subtropicales. Esto incluye la ausencia de frentes fríos o cálidos, una amplia zona de vientos y tormentas eléctricas algo separadas del centro.
Los sistemas subtropicales tienden a contar con un gran centro sin nubes y una zona de vientos menos simétrica. Los vientos máximos sostenidos también se desarrollan más lejos del centro, mientras que los vientos más fuertes en una tormenta tropical se mantienen cerca de este.
Por lo general, los ciclones subtropicales están relacionados con depresiones en altura, y tienen temperaturas más frías arriba, mientras que los ciclones tropicales cuentan con un centro completamente cálido, y los sistemas de alta presión en altura que se encuentran arriba facilitan su intensificación.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) aún emite avisos y pronósticos de depresiones y tormentas subtropicales. Además, se les asigna un número o un nombre, al igual que una depresión o tormenta tropical.
Si la tormenta subtropical permanece sobre el agua cálida, pueden desarrollarse tormentas eléctricas lo suficientemente cerca del centro de circulación, y el calor latente proveniente de dichas tormentas puede calentar el aire lo suficiente para crear una tormenta tropical completa.
Como resultado de esto, los vientos más fuertes y la lluvia pueden acercarse al centro y, con el tiempo, el sistema se puede intensificar aún más.
DETALLES:
Se originó en el mar chileno, al sureste de la Isla de Pascua y al oeste de Juan Fernández, y sus efectos fueron visibles desde Atacama hasta la región de La Araucanía.
Se trata de un ciclón subtropical, un evento meteorológico formado a partir de contrastes térmicos en las masas de aire, el cual comenzó a principios de la semana pasada según la Dirección Meteorológica de Chile, y que causó especial interés.
Greenpeace alertó que “no se había registrado una tormenta de estas características en esta zona frente a las costas del Chile” y lo calificó como “uno de los fenómenos meteorológicos que más ha extrañado los científicos en el último tiempo”.
Sin embargo, Arnaldo Zúñiga, jefe de Difusión de la Dirección Meteorológica, descartó que el evento sea tan poco frecuente salvo por que “normalmente los ciclones subtropicales en Chile se desarrollan un poco más al sur”, y explicó los efectos que tuvo en el país a partir de sus mediciones.
Según el experto, apenas el año pasado tuvimos un fenómeno de similares características, pero con efectos aún más visibles por la población.
Para el evento de los últimos días “el único registro de viento que tenemos nosotros es en Juan Fernández”, señaló Zúñiga, puntualizando que sin embargo hay que “tener cuidado” con la información porque el sensor está en la parte alta de la isla.
En esa área “la racha en un momento alcanzó a 74 nudos (137 kilómetros por hora). Abajo, donde está el pueblo, el viento fue entre normal a moderado, y esto se debe a que el ciclón no se activó, sino que se quedó con la energía que tenía”.
De haberlo hecho, sus efectos hubieran sido mucho más notorios.
Explicó que es por eso la institución no alertó, salvo a dicho archipiélago donde advirtieron tormentas eléctricas y vientos.
Respecto al Chile continental, previeron que “este sistema, si bien se acercó en un momento hacia el sector de La Araucanía donde hubo algunas tormentas eléctricas, después se replegó nuevamente” sin tocar tierra.
“Se mantuvo en el mar al norte de Juan Fernández, girando y ahí está muriendo ahora”.
Sin embargo, agregó que la parte superior del ciclón se desprendió, para luego entrar al continente y generar algunas tormentas aisladas en el sector de Atacama Sur.
“También generó algunos chubascos en la zona central, en la región Metropolitana, en la alta cordillera, y cruzó hacia el sector argentino”.
No sería la primera vez que esto ocurre. “En otras oportunidades hemos tenido este tipo de fenómenos, estas depresiones subtropicales, en que sí han venido activas y de hecho el año pasado causaron afectaciones en Juan Fernández con marejadas y vientos fuertes”, detalló el meteorólogo.
En aquella ocasión, indicó, estuvieron con vientos sostenidos de en torno a los 100 kilómetros por hora prácticamente por 24 horas.
Ese fue “un ciclón de las mismas características, muy similar pero que sí tenía todos los nutrientes para que se activara”, causando dichos efectos.
“No es común que se formen tan al norte, pero sí ha ocurrido en otras oportunidades”, señaló antes de puntualizar que en el mar chileno se registran alrededor de 2 de estos eventos anualmente.
“No es normal pero tampoco es infrecuente. Ahora, la suerte es que este no traía toda la energía ni se abasteció de esta, como inyección de humedad y los vientos en altura”.
El gradiente adiabático es la variación de temperatura que experimentan las masas de aire en movimiento vertical. En condiciones promedio disminuye 6,5 K por cada 1000 m (-0,65 K/100m). Sin embargo la humedad afecta este gradiente.
Si no se produce condensación en la masa de aire se denomina seco, y es de -10 K aproximadamente por cada 1000m de elevación (-1 K/100m). Cuando se condensa el vapor de agua (gradiente adiabático saturado) es de aproximadamente 5,5 K por cada 1000 m (-0,55 K/100m). En el aire saturado la liberación de calor latente de condensación le contrarresta 5,5 K al proceso.
En conclusión, bajo una atmósfera seca (no saturada) el cambio de la temperatura respecto a la altura está dado por el gradiente adiabático seco GAS. Mientras que superado el punto de rocío, en una atmósfera húmeda o nublosa (saturada) estará dado por el gradiente adiabático húmedo GAH, aunque en ambos casos la temperatura baja al aumentar la altura hasta el punto de inversión térmica.
Consideremos el papel que el vapor de agua juega en el tiempo diario. La condensación se produce cuando el vapor se enfría lo suficiente para condensarse en líquido, produciendo rocío, niebla o nubes. Cerca del suelo, en la noche la superficie intercambia calor con el aire adyacente enfriándose, lo que hace condensarse al vapor de agua cerca de la superfície o sobre ella, produciéndose la niebla o el rocío. Las nubes que se pueden formar aún en días cálidos, tienen otro mecanismo de gestación, por el cual el aire en altura se enfría lo suficiente para condensar al vapor de agua y producir las nubes. En ambos casos hay intercambios de calor. Pero la temperatura del aire puede cambiar sin agregarle ni quitarle calor al medio, estas variaciones sin intercambios de calor se llaman procesos adiabáticos.
La temperatura que se mide en un proceso sin intercambio de calor se llama Temperatura Potencial o adiabática, y se puede obtener cuando el aire se comprime o expande sin agregarle calor. Estos procesos tienen que realizarse termodinámicamente muy lentamente. Cuando el aire se expande, disminuye la presión de una parcela de aire y se enfría, por el contrario, cuando se comprime aumenta la presión y se calienta, es decir, las variaciones de presión producen variaciones de temperatura, que pueden ser adiabáticas. Cada vez que el aire se eleva, llega a regiones de menor presión, como resultado se expande y se enfría adiabáticamente. Inversamente, si el aire desciende llega a niveles de mayor presión, se comprime y se calienta. La variación de temperatura en los movimientos verticales de aire no saturado se llama gradiente adiabático seco, y las mediciones indican que su valor es aproximadamente 9.8º C/km. Si el aire se eleva lo suficiente, se enfría hasta alcanzar el punto de rocío, y se produce la condensación. En este proceso, el calor que fue absorbido como calor sensible durante la evaporación se libera como calor latente, y aunque la parcela de aire continua enfriándose, lo hace en una proporción menor, porque la entrega de calor latente al ambiente produce aumento de temperatura.
En otras palabras, la parcela de aire puede ascender con un gradiente adiabático seco hasta una altura llamada nivel de condensación, que es la altura donde comienza la condensación. Sobre ese nivel la tasa de enfriamiento con la altura se reduce por la liberación de calor latente y ahora se llama gradiente adiabático húmedo, su valor varía desde 5º C/km a 9º C/km de disminución con la altura, dependiendo de si el aire tiene un alto o bajo contenido de humedad. La figura que se muestra en la proxima publicación muestra el papel del enfriamiento adiabático en la formación de nubes.
Monitoreo Climatológico Del Norte.- Es una agrupación de personas sin fines de lucro con la experiencia de años en monitoreo del clima y de ir directamente a los sitios críticos del evento.